Este sábado tenemos en okuni una oportunidad única, la oportunidad de vivir una jornada de constelaciones familiares con Julio Ángulo.
Cómo la mayoría de vosotros sabéis Julio, es profesor en okuni en la formación anual de profesionales de la polarización, si me pusiese a hablar de su curriculum en el mundo del desarrollo personal, ya tendría el espacio de todo el post cubierto, experto entre otras cosas en movimiento armónico, PNL, Gestalt, polarización energética y por supuesto constelaciones familiares que es el tema que nos ocupa este sábado, que tenemos la suerte de tenerle una jornada completa constelando y ayudándonos a entender este mundo.
De el han dicho que es el mejor constelador de las Islas Canarias, y a mi no me sorprendió en absoluto, porque la manera tan delicada y amorosa con la que hace los movimientos, su finísima intuición y todo el trabajo que lleva a sus espaldas consigo mismo y su propia familia le hacen un constelador muy muy especial.
Sólo quedan dos plazas para constelarse, si lo has sentido mándame un wasap antes de seguir leyendo, o habrán volado, pero este post no va de eso, ya que esa parte creo que es para todos más conocida, yo hoy quiero hablaros de lo que se mueve participando en una constelación.
Lo vivi en primera persona este verano, en la constelación de una chica que por aquel entonces era una persona a la que conocía hacia relativamente poco y que hoy es una amiga, ella estaba en un momento personal extremadamente difícil y aquella constelación la cambio literalmente la vida. Yo había asistido a bastantes y los resultados en mi habían sido muy notorios, (Me constele mi relación con la creatividad por un conflicto que me surgió al escribir mi segundo libro y al año no solo estaba publicado si no que yo era mamá), pero nunca había hecho de representante, en aquella lo fui y todo lo que se movió en ella, me caló hondo, pues pude ver desde fuera cosas que también ocurrían en mi sistema y después hubo movimientos positivos en mi vida, tanto en relaciones como en acontecimientos, que parecían un eco de lo que se estaba moviendo en la suya.
A veces creemos que para mover debemos ser nosotros quienes elijamos un tema y contelemos y aunque sabía que no era así nunca lo había vivencias de una manera tan clara, pero leyendo los testimonios de otros asistentes he podido concluir que se puede ir más allá, que algunas personas movieron sin si quiera ser representantes solo estando allí.
Os dejo con un par de testimonios de compañeras, que hablan de constelaciones distintas, en meses diferentes, para que cada uno conecte con la energía que desprenden y elija. Personalmente allí estaré este sábado y creo que es una inversión en tiempo y energía que siempre siempre tiene un excelente retorno.
Era la primera vez que participaba en una constelación, pense que seria parte y adquiriria un papel para ayudar a aquella pareja que vino para hacerse la constelación… no desarrolle ningun papel pero entendí el porque…quizas vi una parte mia en aquel encuentro y algo en mi se movió al pesar que aquella situación que se estaba recreando me era muy familiar a nivel personal. Entendi los pilares de la pareja y me ayudo a acercarme y poner en práctica aquello que presencié y de que alguna manera formaba parte. Una revelación ante mis ojos! ❤ Noelia.
Viví una constelación con Julio y fue increíble. Había estado en varias antes pero esta fue la más potente de las que he hecho y la experiencia fue tan increíble que no puedo describirla con palabras. Me tocó salir, espero haber ayudado en algo a la persona q fue a constelar, pero lo que sé seguro es que movió en mi muchísimas cosas. Mucho de lo que pasó me ayudó a entender y sanar parte de mis historias. No lo puedo describir pero siento, desde entonces, que algunas piezas sueltas pueden encajar en mi puzzle personal.
La forma en que Julio dirigía la constelación me pareció increíble…tiene algo muy especial que lo hace una experiencia mágica Iris