¿Eres reversible?
Como os contábamos el viernes en la newsletter, algo es reversible cuando lo de dentro y lo de fuera están tan en armonía, que se les puede dar la vuelta quedando perfecto. Muchas veces estos dos aspectos nuestros no están en armonía y; o bien mostramos fuera, cosas que no están pasando por dentro, dejándonos llevar por el postureo y la apariencia de felicidad –aunque estemos tristes, desanimados o enfadados por dentro–; o bien estamos cultivando mucho nuestro interior, pero nos da miedo mostrarnos, por miedo a ser juzgados, a no estar a la altura, a destacar, o en definitiva a ser nosotros mismos. Esos mismos miedos y esas mismas dudas, se trasladan a nuestros proyectos y nos hemos lanzado como terapeutas y no sabemos cómo promocionarnos, o nos gustaría dar cursos o poder vivir de nuestras pasiones, pero no nos funcionan las formas convencionales y creemos que no somos lo suficientemente buenos, cuando lo que nos ocurre es que no hemos encontrado ese punto en el que hacernos reversibles.
Yo estudié periodismo, una carrera de comunicación donde aprendí muchas cosas y sin embargo, como casi todo en la formación académica, no me enseñaron una parte muy importante, comunicación conmigo misma. Ahí estaba una gran clave que me perseguiría a la hora de explicar bien lo que yo hago.
Yo soy capaz de explicar bien y con todo lujo de detalles lo que hacen otros, pero a la hora de hablar lo que hago yo, procastino, pongo una barrera, cambio el tema o lo explico raro.
En el mes de junio estuve en la primera edición del curso de comunicación reversible. Ya había hecho otros cursos con Ire y siempre había obtenido grandes resultados tanto económicos como creativos, pero en esa ocasión sabía que el temario era el más completo y que iba a ir mucho más allá.
Tenía ganas y también algunos miedos, sobre todo a la parte técnica e inconscientemente, a lo que me pudiera encontrar.
Pero como siempre en los cursos de Ire se hizo la magia y en menos de 24 horas me salía expresar lo que yo hago por primera vez con palabras nuevas, que me representaran, lejos de cualquier discurso prestado o impostado, y lo mejor de todo entendí porque no lo había podido expresar antes y todos esos miedos ocultos que me acompañaban sordos durante años se mostraron con facilidad para poder ordenarlos, trabajarlos y decirles adiós.
Mi proceso no fue de los más impactantes, pero para mí fue pura magia, y lo más importante: me cambio la mirada y entendí que no hay que hacer 500 cursos para estar actualizada, sólo cambiar la mirada y entender que desde ahí y desde tu coherencia siempre estarás actualizado.
Aprendimos mucho de la parte técnica, hasta los menos doctos en la materia salieron de ahí, haciendo carteles, vídeos y otras cosas que no desvelo, pero sobre todo entendiendo las razones internas por las que nuestros proyectos no eran visibles o lo eran sólo a medias y al levantarse esa capa, todo el tiempo, las ideas y las fuerzas que antes no parecían llegar llegaron de golpe.
Por eso os invito a que vengais los días 19 y 20 a okuni y os regaléis este curso. Os aseguro que saldréis entendiendo que no es que no seáis lo suficientemente buenos en lo que hacéis, que no es que no vienen los cliente porque tendrá que ser así, que vuestros cursos no se llenan o no os lanzáis a dar talleres por una razón interna y que se puede cambiar.
Además de conseguir poneros al día con todas las oportunidades de promoción gratuita que las redes sociales nos ofrecen, actualizar el diseño a lo que realmente nos hace destacar entre la multitud, con un montón de recursos que seguro que os sorprenden y os permiten tener una imagen única, definida, vuestra.
Y sobre todo cambiar la mirada para siempre y convertiros en vuestro mejor publicista para poder ser el mejor escaparate al mundo de todos vuestros valores.
¿Te atreves?
pincha en la imagen entérate de todo y apuntate: